ETERNO PRESENTE
Tumbado en la sabana, el tigre apenas
mueve su rabo y cada tanto sacude la cabeza. Así espanta a las moscas atraídas
por los restos de carne y sangre pegoteados alrededor de su boca y en las
garras. Tiene el vientre repleto y la digestión está en pleno proceso.
Percibe el intenso calor del sol
cuando el exiguo árbol bajo el que se ha echado deja de arrojar sombra sobre su
lomo. Se pone de pie con pesadez, sólo para derramarse otra vez sobre el flanco
opuesto, debajo de la silueta de las ramas de la acacia.
Bosteza. Se duerme. Sueña que es un
tigre acostado en la llanura, mimetizado bajo un árbol, con las tripas
satisfechas.
Publicado en:
Tigres para Juan, Homenaje a Juan A. Epple,
Antología de microrrelatos,
Revista Brevilla, Revista digital de minificción, Chile,
mayo 2022, página 127
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